Recordaréis que hace unas semanas os contamos que nos habíamos agenciado un Panda 4x4 para correr el Mongol Rally. Por aquel entonces creíamos que el coche estaba en magníficas condiciones, pero para estar seguros pedimos ayuda al gran José García Baena para que le echara un vistazo... y resulta que no estaba tan bien.
Pero vayamos por partes: José es amigo de la familia de uno de los miembros del equipo, con más de 30 años de experiencia preparando y pilotando coches de rally para la competición. Cuando le contamos nuestra pequeña aventura primero nos preguntó si era broma e inmediatamente después se ofreció a echarnos una mano de manera incondicional. Como podréis entender, ni en nuestros mejores sueños esperábamos poder contar con alguien como él para revisar y preparar nuestro bólido, por lo que no existen suficientes palabras para poder expresarle nuestro más sincero agradecimiento (y si conseguimos llegar a Ulán Bator ya ni te cuento).
Pues bien una vez que el bueno de José se metió en harina, lo que en principio creíamos que iba a ser cuestión de cambiar la correa de distribución, filtro de aire, aceite y líquidos resultó ser "algo más"...
Sorpresa #1: Cojinete de la rueda trasera derecha, barra estabilizadora y sensor ABS roto
El anterior dueño había hecho una chapuza con unas arandelas para arreglarlo que probablemente no hubiera aguantado ni el primer bache del viaje. Conclusión: mejor llevarnos la sorpresa aquí que en Turkmenistán.
Sorpresa #2: Bujía mal enroscada
Al revisar las bujías, el amigo José se encontró con que una estaba mal enroscada y había afectado a la misma rosca de la culata. Afortunadamente se pudo volver a enroscar sin tener que desmontar la culata entera, lo que habría convertido una sorpresa desagradable en un GRAN problema. Conclusión: esa bujía no se vuelve a tocar.
Sorpresa #3: Parrilla delantera partida
La parrilla delantera estaba partida por la mitad y José ha podido arreglar otra de las chapuzas del antiguo dueño que probablemente no habría aguantado. Conclusión: de nuevo, mejor aquí que en medio del Mar de Aral.
Sorpresa #4: Mantenimiento poco cuidadoso
Al a cambiar el filtro del aire, se pudo comprobar que el anterior dueño no le hizo un mantenimiento precisamente ejemplar. Conclusión: a ese tío no le volvemos a comprar un Panda 4x4 para correr al Mongol Rally.
Sorpresa #5: Preparar un coche para llegar a Mongolia no es barato
En nuestro afán por respetar la filosofía "low cost" del Mongol Rally no caímos en la cuenta de que tres tuercas del Meccano y un par de metros de alambre no son suficientes para crear una montura indestructible con alguna garantía de poder llegar a Mongolia. Conclusión: o cuentas con un José García Baena en tu vida, capaz de hasta fabricar sus propias piezas o te llevarás más de un disgusto en tu presupuesto.
Y después de las sorpresas desagradables, las buenas noticias:
Tenemos snorkle:
Por si acaso tenemos que cruzar algún río, José nos ha instalado un invento para desviar la entrada de aire del radiador y evitar que el agua entre en el motor (que significaría el final inmediato del viaje).
Tenemos baca:
Como el Panda no destaca precisamente por su capacidad de maletero, y las barras laterales que trae de serie dejan bastante que desear, nos han instalado una baca artesanal que va a ser la envidia del resto de participantes.
Y ahora ya sí, ¡parece que nuestro coche está listo para atravesar todos los caminos infernales que nos pongan por delante!
(Podéis ver el resto de las fotos del proceso de preparación en el álbum de Flickr)
A saber que aceite le echaba ese pobre desgraciao. Eso con Castrol no pasa
ResponderEliminarPues Castrol se podría estirar con un patrocinio no?
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