Distancia recorrida en la etapa: 353 km
Distancia acumulada: 9.106 km
Velocidad media: 51 km/h
Consumo medio: 7,1 L / 100 km
Países atravesados: Turkmenistán y Uzbekistán
Tras el fracaso de ayer,
amanecemos en el desierto de Karakum sin mucho ánimo. Según nos estamos
desincrustando la última piedra de los riñones vemos como una moto nos vigila
desde el horizonte. Hace unas señas y otra moto conducida por un encapuchado
aparece detrás de él. Se dirigen hacia nosotros y la palabra CACA se queda
corta para describir lo que sentimos. Cuando llegan se quedan callados, mirando
curiosos el coche y a nosotros, y en una demostración de locuacidad lo único
que se nos ocurre decir es SPANIA! (palabra mágica que nos ha servido para pasar
por los peajes iraníes by the face) y decir hola con la mano. Como todavía no
nos han convertido en desayuno de dromedario les explicamos nuestro viaje con
gestos y les damos un par de pitis, a lo que responden con una sonrisa sin
dientes que nos parece la más bonita en mucho tiempo. Y al final super colegas y hasta fotos y
todo:
Recorremos los 300 kms que
nos quedan de desierto a través de una carretera infernal en la que la mejor opción es
circular en paralelo a ella y llegamos a la frontera de Uzbekistán.Y tras
atravesar con el coche una multitud que se arremolinaba ante la primera verja,
las 2 fases de rigor de diferentes de controles, registros y esperas: en la
parte turkmena de la frontera nos convertimos en el divertimento de los
guardias fronterizos, uno de ellos incluso nos firma en el coche. En la parte
uzbeka un guardia nos aporta una información muy útil: por 500$ nos podemos
llevar 5 mujeres a España.
Frontera superada, y como vamos bien de
tiempo nos desviamos a un poblado para comprar algo de comida. Tenemos el honor
de que nos reciba el loco del pueblo y cometemos el error de decirle de dónde
somos, ya que partir de ese momento se convierte en nuestro pregonero oficial,
anunciando nuestra presencia a voz en grito detrás de nosotros. La gente se
muestra curiosa pero muy tímida y una extraña sensación de habernos
transformado en estrellas del rock nos invade. Es el primer sitio en el que de
verdad tenemos la impresión de que hace mucho tiempo que no ven un extranjero.
Continuamos nuestro viaje hasta Nukus, primera
ciudad importante de Uzbekistán, muy gris y en la que no hay absolutamente
nada. Tras una hora buscando un hotel se cruza en nuestro camino un autóctono,
profesor de historia, que habla inglés. En 2 minutos le tenemos subido en el
coche dirigiéndonos hacia el mejor hotel de la ciudad (tiene hasta wifi!) y
tras rechazar todas nuestras ofertas de llevarle a donde necesitara o invitarle
a cenar, se aleja andando los 5 kms que le separan de donde le hemos recogido (eso sí, con una camiseta de España de regalo).
“Muslim character”, se justifica. Realmente increíble la gente que nos estamos
encontrando.
Encapuchados, mujeres por 100€...vuelve ahora mismo!!!!! :D
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