sábado, 28 de julio de 2012

Día 12 | 25/07/20112 | Kelardasht Marzan (Irán) - Bojnurd (Irán)


Distancia recorrida en la etapa: 670 km           
Distancia acumulada: 8.129 km
Velocidad media:  65 km/h                                         
Consumo medio:  7,6 L / 100 kms
Países atravesados: Irán

Nos despertamos sobre las 9 de la mañana en casa de Vahid y Neda aún con el buen sabor de boca del increíble día de ayer, y nos encontramos con que nos están preparando el desayuno: la hospitalidad de ésta gente parece no tener límite! Nos preparan unos huevos con tomate y pimienta deliciosos, tostadas, fruta y té y nosotros los disfrutamos agradecidos, sabiendo que no volveremos a probar un desayuno así en mucho tiempo. Pero como todo lo bueno se acaba, llega el momento de la despedida. Intercambiamos abrazos y datos de contacto, les regalamos una camiseta de la selección española que les hace bastante ilusión (Vahid nos contó anoche que había sido futbolista profesional cuando era joven) y ellos unos sombreros (por si no hubieran hecho ya suficiente por nosotros). Hoy toca una larga jornada de coche para acercarnos a la frontera con Turkmenistán así que con algo de pena nos ponemos en marcha... y es que hemos de reconocer que hemos cogido cariño a ésta pareja!





Los casi 700 km que recorremos durante la etapa de hoy nos dan para bordear la costa Sur del Mar Caspio bajo un calor asfixiante (nos hubiera encantado darnos un baño, pero no nos lo han desaconsejado), atravesar una cadena de montañas bajo un vendaval de agua, granizo y barro, y cruzar una estepa desértica que con la caída del sol luce un aspecto bastante desolador.




Ya de noche llegamos a Bojnurd, que era el objetivo que nos habíamos marcado para hoy, y nos encontramos un área de servicio con un bonito camping que nos parece la mejor opción para pasar la noche. Los muchos iraníes que están acampados se entretienen escuchando música, leyendo y jugando al badminton mientras esperan a que den las 4.30 a.m, hora en la que pueden comenzar a ingerir bebida y alimentos durante el mes de Ramadán. Nosotros nos apartamos un poco del bullicio, montamos nuestro campamento, nos preparamos una modesta cena al fuego del camping gaz  (por aquello de no provocar envidia), nos echamos un parchís, y nos vamos a dormir.


(El resto de fotos, en nuestra página de Facebook)


P.S: la organización del Mongol Rally nos ha confirmado que podemos entrar a Mongolia por la frontera Oeste como les solicitamos hace unos días: eso significa que vamos a hacer algunos cambios a nuestra ruta para disfrutar mas días en Mongolia y menos en Rusia y así poder cruzar el desierto del Gobi (si todo sale bien, claro)!

Día 11 | 24/07/20112 | Tehrán (Irán) - Kelardãsht Marzan (Irán)


Distancia recorrida en la etapa: 150 km           
Distancia acumulada: 7.459 km
Velocidad media:  65 km/h                                         
Consumo medio:  7,6 L / 100 kms
Países atravesados: Irán

Amanecemos en Tehrán y tras desayunar y cargar el coche nos lanzamos a la calle en búsqueda del bazaar. Tras 2 horas caminando, preguntando a algún amable iraní con pinta de saber inglés y adentrándonos por callejuelas, no tenemos éxito. Terminamos cogiendo un taxi que nos deja en la puerta del que supuestamente es el bazaar más popular de la ciudad, pero al entrar nos llevamos una gran decepción: tres pisos de puestos de chándales, bolsos y zapatos chungos. Nos largamos de allí sin perder más tiempo, nos subimos al coche y ponemos rumbo en dirección norte a través del caótico tráfico de Tehrán.



Sabíamos que la carretera que nos lleva al norte hacia Chaloos atraviesa unas montañas, pero lo que no esperábamos es que el trayecto fuera tan espectacular (acantilados, caballos salvajes...), ni que al llegar a la cima nos fueramos a encontrar con que el otro lado del valle es una estación de esquí! Tras la parada de rigor en la cima comenzamos el descenso (nunca mejor dicho) por un camino de curvas con un desnivel del 12%. Por el retrovisor nos percatamos de que tenemos en nuestro rebufo a un Land Rover Defender rojo que nos sigue desde una distancia prudencial, por lo que en la primera bifurcación que nos encontramos, aprovechamos para preguntarle por qué dirección se va a Chaloos: acabamos de conocer al bueno de Vahid y a su esposa Neda.



Él es un iraní de unos sesenta años, que ha vivido 8 meses en España (y varios años más en Suecia y Estados Unidos). Ella es una enamorada de España y su cultura. Amablemente nos invitan a conocer su villa en Kelardãsht Marzan, y como nos transmiten muy buena impresión y una oportunidad así no se tiene todos los días aceptamos muy agradecidamente. Seguimos al Defender rojo de Vahid, y durante el camino vamos realizando varias paradas: para comprar un pan dulce (del que nos regala un trozo), para invitarnos a tomar té en un bonito acantilado, para comprar fruta, para repostar gasolina (que no nos permite pagar!) para comprar comida y refrescos... En todos los sitios que paramos le conocen y le tienen mucho afecto, así que parece que hemos tenido la suerte de conocer al tío más popular de la región! 



Tras recorrer varios caminos de tierra llegamos a una acogedora casa de montaña con unas vistas espectaculares al valle. Nos cuentan que suelen utilizar la casa para descansar y desconectar del bullicio de Tehrán, y que en invierno llega a hacer hasta -25º. Inmediatamente nos invitan a sentarnos en la terraza y nos agasajan con multitud de bebidas y comida: fruta, patatas, crema de yogur con pepino, orégano y alguna especie más que no llegamos a diferenciar y que estaba francamente buena, kebab de pollo y tomate que nos saben a gloria (cocinados en una barbacoa inventada por el propio Vahid que en cuanto lleguemos a España vamos a patentar)... En fín, estamos tan a gusto que se nos hace de noche antes de que nos queramos dar cuenta, y nos invitan a quedarnos a dormir en la casa sin aceptar un "no" por respuesta.



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viernes, 27 de julio de 2012

Día 10 | 23/07/2012 | Tabriz (Irán) - Tehrán (Irán)

Distancia recorrida en la etapa: 659 km                 
Distancia acumulada:  7.309 km
Velocidad media:  83 km/h                                        
Consumo medio: 7,6  L / 100 km
Países atravesados: Irán

Uno de esos momentos que muchos estabais esperando (y que ya nos iba tocando) ha llegado hoy: nos hemos quedado sin gasolina. Y no una, sino dos veces!

La primera: Hemos salido de Tabriz sin repostar, probablemente porque queríamos escapar cuanto antes del terrible tráfico que había en la ciudad, y cuando nos hemos incorporado a la autopista nos hemos encontrado con un cartel que nos decía en farsi (sí, nos hemos terminado aprendiendo los números en farsi a base de ver señales, matrículas de coches, etc.) que la siguiente gasolinera estaba a unos 150 km... y nosotros con el depósito por menos de la mitad. Con un depósito lleno nos podemos hacer unos 300 km por autopista, así que la gesta era posible. Hemos hecho uso de todas nuestras técnicas de ahorro de combustible, y nos hemos encontrado a 1 km, separados del edén en forma de gasolinera sólo por una interminable cuesta arriba. Nos hemos lanzado a escalarla a una velocidad prudente y económica, pero desgraciadamente a falta de 200 m el coche se ha quedado seco. La buena noticia es que habíamos escarmentado tras los últimos sustos y llevábamos los bidones de gasolina llenos, así que ha sido cuestión de bajar uno de la baca, desparramar un poco de gasolina por la carretera, llenar un par de litros para recorrer los 200 metros restantes hasta la gasolinera, y celebrarlo con unos refrescos de la región.


La segunda vez ha sido menos emocionante: llegando a Tehrán, el deposito de nuevo en reserva y ninguna gasolinera ni a la vista ni anunciada. Por pura precaución hemos rellenado con los bidones, y a los 5 km nos hemos encontrado con una gasolinera, así que probablemente ni lo habríamos necesitado. 


A nuestra llegada a Tehrán, y después de sufrir el absoluto caos de tráfico de la ciudad, hemos decidido hospedarnos en un buen hotel para compensar el de ayer y con wifi para poder actualizar el blog. Cuál ha sido nuestra sorpresa cuando nos hemos encontrado con que tanto nuestro blog como muchas otras páginas que utilizamos normalmente (periódicos nacionales, hotmail, facebook...) tienen el acceso restringido por el régimen iraní. No nos ha quedado otra que ir a cenar algo con el sentimiento de opresión aún en el cuerpo.


Pero no todo van a ser incidentes: tras la primera noche en Tabriz y el viaje a Tehrán hemos tenido la suerte de disfrutar de la tremenda simpatía y amabilidad con la que nos tratan los iraníes. Para que os hagáis una idea, la gente nos saluda y se para a hablar con nosotros por la calle y en el coche, al llegar a los peajes  nos preguntan de dónde somos y con una enorme sonrisa nos dicen que no hace falta que paguemos por ser turistas, los camareros no aceptan nuestras propinas... Acostumbrados a otros países en los que te intentan sacar la pasta constantemente, ésto es una maravilla!

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Día 9 | 22/07/2012 | Erzurum (Turquía) – Tabriz (Irán)

Distancia recorrida en la etapa:  613 km                 
Distancia acumulada:   6.650 km
Velocidad media:  68 km/h                                        
Consumo medio:   7,2 L / 100 km
Países atravesados: Turquía, Irán

Nos acercamos a la frontera de Irán. Unos 5 kms antes una fila interminable de camiones espera su turno para cruzarla. Pedimos la vez y esperamos educada e inocentemente detrás del último. Poco después un coche con matrícula turca se para detrás de nosotros, ve el panorama y se mete por el carril contrario de la autopista para ahorrarse la cola. Y como allí donde fueres haz lo que vieres, le seguimos.


Llegamos a una primera barrera y un tipo en vaqueros y camiseta se identifica como policía turco, nos pide los papeles y nos encasqueta en el coche a un coleguita para que nos ayude con los trámites a cambio de un tip de 20$ (en casos anteriores se han llegado a pagar hasta 300$ así que los soltamos encantados sin ni siquiera regatear). 500 metros más adelante un segundo control de papeles y una verja vigilada por un militar iraní. Nuestros 20$ consiguen que nos cuelen los primeros, pero el militar al otro lado de la verja decide hacernos esperar para que se sepa quién es el que manda. Por fin nos abre y nos despedimos del coleguita turco. La primera mitad de la frontera está superada pero todavía nos queda el lado iraní.


El mismo militar que nos abrió la verja nos pide los pasaportes, nos señala con gestos que aparquemos el coche 100 metros más adelante y que nos reencontremos con él en la oficina de control. Al bajar del coche otro “ayudador” nos ofrece sus servicios (esta vez por sólo 10$) y sorprendentemente todo sale a pedir de boca. Nos devuelven los papeles sellados, nos dicen que los presentemos en el control de policía 2 kms más adelante y sólo 1 hora después de llegar a la frontera estamos oficialmente en Irán.

Conseguimos deshacernos de un grupete que quería vendernos seguros, divisas y visas innecesarias y nos sumamos al tráfico iraní. El tema coche aquí es otro rollo. Las rayas en la carretera y los semáforos sólo son una recomendación y la única regla de tráfico que parece estar vigente es que quien llega antes gana. Pero cuando cambias el chip y te pones en modo Mario Kart le acabas cogiendo el gustillo.



Llegamos a Tabriz, ciudad importante en medio de la nada. Mientras Quique se acerca a un higiénico puesto de fruta para rematar su desaguisado estomacal provocado por el quebab de anoche, Martín vigila el coche y Rafa trata de preguntar por un sitio en el que dormir. Ante el desparpajo que debíamos demostrar, un iraní muy educado se nos acerca y nos ofrece ayuda. Es médico y habla un nivel muy decente de inglés. Nos propone un hotel que ronda los 1.500.000 riales la noche (un flipe lo de los billetes aquí). Equivalen a 100€ por los 3, pero como nos sentimos un poco ratas nos dice que le sigamos a un hotel perfecto para nosotros. Salvo por la moqueta, los colchones  que desprendían un olor curioso (como decirlo… como a PIS) y unas extrañas picaduras con las que se despertó Martín, finalmente el hotelito cumplió su función.


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Día 8 | 21/07/2012 | Göreme (Turquía) – Erzurum (Turquía)


Distancia recorrida en la etapa: 804 km                 
Distancia acumulada:  6.037 km
Velocidad media:  79 km/h                                        
Consumo medio: 7,2  L / 100 km
Países atravesados: Turquía

Nos despiertan a las 6 de la mañana unos extraños zumbidos. Nada más abrir la puerta de las tiendas nos encontramos con esto:



Sencillamente espectacular. Varias decenas de globos aerostáticos sobrevuelan al amanecer el parque natural de Göreme, Tras disfrutar del espectáculo, recogemos campamento y nos ponemos en marcha. La idea es dar una vuelta por el parque natural y después recorrer unos cuantos kilómetros en dirección sur para visitar la ciudad subterránea de Derinkuyu.



Al llegar a Derinkuyu nos encontramos con otro equipo de italianos. Tras saludarles, y compartir detalles de nuestras respectivas rutas nos dirigimos juntos a visitar la ciudad subterránea. Venga, vamos con un poco de cultura: con 5 pisos excavados en la roca y una profundidad de 55 metros, podía acoger a 4.000 personas y tenía establos, iglesia, prensas de vino… Los primeros dos pisos de la ciudad se excavaron entre los siglos 8 y 7 a.C. como refugio para el frío del invierno de la Capadocia. Durante las épocas del imperio persa y del imperio bizantino se volvió a utilizar solo que esta vez con el propósito de ocultarse y defenderse de las persecuciones. Se ampliaron los pisos restantes y se conectó con otras ciudades subterráneas a través de túneles de hasta 10 km.



Tras finalizar la visita, nos subimos al coche con muchos kilómetros por delante, Aunque inicialmente teníamos pensado llegar a pasar la noche a Bingöl, decidimos seguir una ruta alternativa más al norte y con mejores carreteras. A las 21h llegamos a una ciudad llamada Erzurzum: a 2.000 metros sobre el nivel del mar al este de Anatolia, con estación de esquí, trampolines de salto, estadio de hockey hielo, pista de curling y ni un solo bar abierto. Nos hospedamos en un hotel “de diseño y con parking gratuito”, cenamos un kebab que a Quique le costará olvidar y nos vamos pronto a la cama porque mañana nos espera uno de los puntos de inflexión del viaje: cruzar la frontera iraní.



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Día 7 | 20/07/2012 | Estambul (Turquía) – Göreme (Turquía)


Distancia recorrida en la etapa: 742 km                 
Distancia acumulada: 5.233 km
Velocidad media: 82 km/h                                         
Consumo medio: 8 L / 100 km
Países atravesados: Turquía

Hoy toca plan guiri, que nos lo merecemos.

Primera parada: Gran Bazar. Martín y Rafa no lo conocíamos y nuestra primera impresión es de cierto desencanto. Que no os engañen: no hay ni tenderetes de alfombras voladoras ni vendedores de lámparas con genio. Un chasco. Sin embargo gremios como el de las especias o el de los paños consiguen aportarnos esa chispa de exotismo que pretendíamos encontrar.



La caminata sobrecarga nuestros fornidos músculos y caemos en la tentación de abandonarnos al más sensual de los placeres otomanos: el baño turco. El proceso acaeció como sigue: Entramos y una bella señorita (tras cobrarnos precio guiri, of course) nos da a cada uno 2 cajitas. A continuación el señor turco nº 1 nos quita una de las cajitas y nos la cambia por un pañuelo a cuadros tamaño cleanex, en el cual nos enfundamos (documento gráfico adjunto). Bajamos unas escaleras y el señor turco nº 2 nos invita a pasar a una sala circular con techo muy alto en forma de cúpula. En el centro de la sala hay una especie de altar de sacrificios de piedra octogonal en uno de cuyos lados yace un japonés despatarrado al que le acaban de dar lo suyo. Y justo enfrente nuestros 3 verdugos, como no podía ser de otra forma con 3 buenos mostachos. Obedecemos sin rechistar todas sus instrucciones y hemos de reconocer que salimos encantados.



Entre la cena en el puerto y la sisa de la noche anterior y los masajes de hoy notamos que nos estamos aburguesando así decidimos que es hora de seguir nuestro camino a Mordor.

De vuelta en el coche atravesamos el puente de Fatih Sultan Mehmet para cruzar al otro lado del estrecho del Bósforo, dato importante por una razón: aquí empieza Asia, cambio de continente e hito importante en nuestro viaje.
Ya de noche llegamos a Göreme. Se intuyen las siluetas de las “chimeneas de hada” características de Capadocia. Tras montar el campamento subimos a una y decidimos cenar ahí, filosofando de todo un poco y arreglando el mundo.



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domingo, 22 de julio de 2012

Día 6 | 19/07/2012 | Campo de maíz a las afueras de Pitesti (Rumanía) – Estambul (Turquía)


Distancia recorrida en la etapa: 803 km
Distancia acumulada: 4.491 kms
Velocidad media: 64 km/h
Consumo medio: 7,7 L / 100 km
Países atravesados: Rumanía, Bulgaria y Turquía

Amanecemos en el mismo maizal a las afueras de Pitesti en el que nos acostamos anoche (que no es poco). Nada más salir de nuestras tiendas aparece en escena un pastor rumano, y tras saludarle nos responde algo así como “vache!”. Nosotros educadamente asentimos y le respondemos “si, si, ya nos vamos”. A los 5 minutos nuestro campamento se ve invadido por  20 o 30 vacas, por lo que inmediatamente deducimos que “vache!” en rumano no significa “vete” sino “que vienen las vacas insensatos!”.



Tras recoger nuestro campamento rápidamente, emprendemos la  marcha en dirección Bulgaria a través de las terribles carreteras rumanas a las que ya nos hemos acostumbrado. Después de descifrar cómo llegar a la frontera desde la última ciudad de Rumania, y de que Martín decida que para dar la vuelta en una calle lo mejor es meterse con la dummyoneta por el jardín de la casa de un rumano que agita los brazos a modo de saludo y grita dándonos las gracias desde la ventana de su salón, entramos en Bulgaria sin mayores incidentes.



El objetivo es cruzar Bulgaria lo antes posible para llegar a Estambul a dormir, por lo que durante la primera parada a respostar trazamos la ruta más directa hacia la frontera turca, que incluye recorrer las carreteras 2 y 7. La carretera 2 es un placer comparada con las carreteras rumanas. La carretera 7 es otra historia… Si bien al principio es una carretera bien asfaltada de dos carriles, a medida que nos acercamos a la zona montañosa, se empieza a convertir en un intrincado camino de montaña que comparte un solo carril para ambos sentidos, con un asfalto repleto de agujeros, rodeado por frondosos bosques y acantilados, y por el que no circula un alma (a excepción de 4 furgonetas de leñadores búlgaros que viajan a la velocidad del rayo y que inexplicablemente se mofan de nuestro glorioso Panda cuando nos apartamos para darles paso). Si la experiencia del día de ayer conduciendo por la Transfăgărăşan fue inolvidable,  la carretera 7 tampoco será fácil de olvidar solo que por ser bastante menos popular, más salvaje y mucho más peligrosa. Por supuesto, no podíamos desaprovechar un escenario como este para hacer un poco el mongol:



Una vez superada la prueba de la carretera 7, llegamos triunfalmente a la frontera de Turquía. Para salir del lado búlgaro nos piden una pegatina que no compramos al entrar (rovigneta!) y el guardia fronterizo le dice a Mateo que se parece a Tom Cruise. No es broma. Varias sonrisas y bromitas más tarde nos encontramos en el lado turco. No es una frontera especialmente complicada de pasar, pero lo de tener que bajar del coche para ir a comprar un visado, los 5 controles de pasaporte y la multitud de preguntas, ya nos hace empezar a intuir las complicaciones que nos esperan más adelante. La buena noticia es que el coche les hace gracia a los guardias fronterizos y se entretienen mirándolo en lugar de hacernos desmontarlo todo. Veremos a ver qué pasa en la próxima…



Ya estamos circulando libremente en Turquía y nos dirigimos a Estambul por una magnífica autopista. Al llegar al primer peaje nos hacemos los tontos cuando nos dicen que tenemos que pagar 20€ por una tarjeta, y el vigilante nos abre la barrera para no tener que discutir (bien por nosotros!). Al llegar a Estambul nos encontramos otro peaje y es cuando nos damos cuenta que ésta vez necesitamos la tarjeta que teníamos que haber comprado antes para abrir la barrera (mal por nosotros!). Tras una buena pitada de los coches que esperan detrás, se acerca un tipo para vendernos la dichosa tarjeta, solo que esta vez nos pide la friolera de 50€. Tras el clásico tira y afloja logramos cerrarlo en los 20€ de rigor, que bien pensado no nos habría extrañado tener que pagar por una autopista de similares condiciones, en cualquiera de los países europeos que hemos atravesado  (Genghis Dummies 1 – Turquía 1). Por cierto, habíamos oído que la gasolina en Turquía no era barata, pero ni mucho menos esperábamos que estuviera a más de 2,10€ el litro: mucho dolor.

Como pasamos la última noche en el maizal de Rumanía, decidimos compensar hospedándonos en un hotel en las inmediaciones de la mezquita azul y así aprovechar para dar un vuelta, cenar pescado fresco a la orilla del Bósforo y fumarnos una sisa con un profesor de inglés y una oronda holandesa con ganas de fiesta.

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Día 5 | 18/07/2012 | Szeged (Hungría) – Campo de maíz a las afueras de Pitesti (Rumanía)


Distancia recorrida en la etapa: 644 km                 
Distancia acumulada: 3.688 km
Velocidad media: 50 km/h                                         
Consumo medio: 6,6 L / 100 km
Países atravesados: Hungría y Rumanía

1 noruego, 2 italianos y 3 españoles coinciden tras pasar la frontera entre Hungría y Rumanía ¿Cómo creéis que acabará el día? Vayamos por partes:

Jorn El Noruego, a.k.a. “Pequeño Timmy”, a.k.a. “El Superhombre”. Le echamos unos 22 años, lleva la “L” de novel en el coche y los tiene como el caballo de espartero: participa solo en el Mongol Rally a bordo de un Skoda Fabia ranchera 1.2. Eso sí, que si cabestrante instalado bajo el capó, que si 4 neumáticos de tacos en la baca, que si yo prefiero parar a repostar cuando se enciende la reserva… Su superioridad nórdica no nos intimida y pronto le cogemos un cariño especial.


Pocos kilómetros más tarde, según estamos sentándonos los 4 a comer en un bar al borde de la carretera, un cinquecento a la velocidad del sonido frena en seco al ver nuestras bestias serigrafiadas, da marcha atrás y aparca en la cuneta junto a las mismas. 2 personajes llamados Samuelle y Andreas aparecen en escena: Los Italianos



Tras hincarnos media vaca cada uno y entre jijis y jajas Los Italianos proponen liderar ellos el convoy. A nosotros nos parece bien. Little Timmy únicamente asiente.

La cosa marcha bien pero pronto empezamos a sospechar que sus habilidades con los mapas pueden no estar exhaustivamente desarrolladas. La sospecha queda confirmada tras parar varias veces a preguntar en menos de 100 km. Resignación. Little Timmy calla.

Llegamos a la Transfăgărăşan, 90 kms de la que dicen mejor carretera del mundo que discurre a través de los Cárpatos. Al alcanzar la cima del Vanatoarea lui Buteanu, tras una subida espectacular (todo lo espectacular que dan de sí nuestros 60 CV) nos percatamos de que Little Timmy ha desaparecido. 30 minutos de gritos de angustia y desesperación después observamos al fondo del valle la silueta de un Skoda Fabia ranchera 1.2 ¡Está vivo! Él nos cuenta que ha tenido algunos problemas con el motor. Nosotros creemos que fue una intentona de zafarse de nuestro perfectamente organizado convoy.


Una ola de tranquilidad nos invade cuando Samuelle abre el capó y con unos increíblemente convincentes golpecitos en unas tuercas nos confirma que el Skoda puede seguir. Pues seguimos.

Pero Little Timmy tiene sus propios planes. Después de que consiguiéramos atravesar un rebaño de unas 10.000 feroces  ovejas que reclamaban la carretera como suya, aprovecha su última oportunidad y nos comunica que nos abandona.

Seguimos con los italianos pero ya de noche nos dan las largas para decirnos que se tienen que dar la vuelta porque han perdido el mapa en la parada anterior. Tampoco nos sorprende y prometemos encontrarnos en Estambul.
Volvemos a ser 3 españoles en un Panda. Acampamos en una especie de maizal que debe ser de un señor y nos sentimos como en casa.

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