sábado, 28 de julio de 2012

Día 11 | 24/07/20112 | Tehrán (Irán) - Kelardãsht Marzan (Irán)


Distancia recorrida en la etapa: 150 km           
Distancia acumulada: 7.459 km
Velocidad media:  65 km/h                                         
Consumo medio:  7,6 L / 100 kms
Países atravesados: Irán

Amanecemos en Tehrán y tras desayunar y cargar el coche nos lanzamos a la calle en búsqueda del bazaar. Tras 2 horas caminando, preguntando a algún amable iraní con pinta de saber inglés y adentrándonos por callejuelas, no tenemos éxito. Terminamos cogiendo un taxi que nos deja en la puerta del que supuestamente es el bazaar más popular de la ciudad, pero al entrar nos llevamos una gran decepción: tres pisos de puestos de chándales, bolsos y zapatos chungos. Nos largamos de allí sin perder más tiempo, nos subimos al coche y ponemos rumbo en dirección norte a través del caótico tráfico de Tehrán.



Sabíamos que la carretera que nos lleva al norte hacia Chaloos atraviesa unas montañas, pero lo que no esperábamos es que el trayecto fuera tan espectacular (acantilados, caballos salvajes...), ni que al llegar a la cima nos fueramos a encontrar con que el otro lado del valle es una estación de esquí! Tras la parada de rigor en la cima comenzamos el descenso (nunca mejor dicho) por un camino de curvas con un desnivel del 12%. Por el retrovisor nos percatamos de que tenemos en nuestro rebufo a un Land Rover Defender rojo que nos sigue desde una distancia prudencial, por lo que en la primera bifurcación que nos encontramos, aprovechamos para preguntarle por qué dirección se va a Chaloos: acabamos de conocer al bueno de Vahid y a su esposa Neda.



Él es un iraní de unos sesenta años, que ha vivido 8 meses en España (y varios años más en Suecia y Estados Unidos). Ella es una enamorada de España y su cultura. Amablemente nos invitan a conocer su villa en Kelardãsht Marzan, y como nos transmiten muy buena impresión y una oportunidad así no se tiene todos los días aceptamos muy agradecidamente. Seguimos al Defender rojo de Vahid, y durante el camino vamos realizando varias paradas: para comprar un pan dulce (del que nos regala un trozo), para invitarnos a tomar té en un bonito acantilado, para comprar fruta, para repostar gasolina (que no nos permite pagar!) para comprar comida y refrescos... En todos los sitios que paramos le conocen y le tienen mucho afecto, así que parece que hemos tenido la suerte de conocer al tío más popular de la región! 



Tras recorrer varios caminos de tierra llegamos a una acogedora casa de montaña con unas vistas espectaculares al valle. Nos cuentan que suelen utilizar la casa para descansar y desconectar del bullicio de Tehrán, y que en invierno llega a hacer hasta -25º. Inmediatamente nos invitan a sentarnos en la terraza y nos agasajan con multitud de bebidas y comida: fruta, patatas, crema de yogur con pepino, orégano y alguna especie más que no llegamos a diferenciar y que estaba francamente buena, kebab de pollo y tomate que nos saben a gloria (cocinados en una barbacoa inventada por el propio Vahid que en cuanto lleguemos a España vamos a patentar)... En fín, estamos tan a gusto que se nos hace de noche antes de que nos queramos dar cuenta, y nos invitan a quedarnos a dormir en la casa sin aceptar un "no" por respuesta.



(El resto de fotos, en nuestra página de Facebook)

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